En la próxima sesión que tendrá lugar el 14 de mayo (19:15), comentaremos el diálogo de Platón: El banquete.
Platón (428 a. C. – 347 a. C.). Filósofo griego considerado uno de los pensadores más influyentes en la historia y desarrollo de la filosofía occidental. Nacido en Atenas en el seno de una familia noble, parece que en su juventud tuvo ambiciones políticas que acabaron en decepción con los gobernadores de la ciudad. Discípulo de Sócrates, adoptó su forma dialéctica de debate que buscaba obtener la verdad mediante preguntas y respuestas que suscitan más preguntas. Tras la muerte de Sócrates viajó por varios países y, finalmente, fundó la que es considerada la primera universidad: la Academia en Atenas, de la que Aristóteles sería alumno destacado.
Sus escritos filosóficos abordaron distintos temas, especialmente, la política, la ética, la metafísica, la antropología y la epistemología. Buena parte de sus obras más famosas son conocidas con el nombre de Diálogos, ya que presentan una estructura que simboliza el debate e intercambio de ideas y conocimientos entre varios interlocutores. Entre sus obras más importantes: la República, donde proyecta la filosofía política de un estado ideal y que es una detallada discusión sobre la naturaleza de la justicia; Fedro, diálogo en el que se discute sobre la teoría de las ideas, la naturaleza del alma y la cuestión de la inmortalidad; Timeo, un ensayo donde expone sus ideas sobre las ciencias naturales y la cosmología; El banquete que contiene varios discursos sobre la belleza y el amor, o el Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.
El banquete, o Simposio, compuesto hacia el 380 a. C., aborda el tema del amor. Nos encontramos en un banquete organizado por el poeta Agatón en el que, tras la comida, uno de los asistentes propone y pide a cada uno de los invitados que improvisen un elogio a Eros, uno de los dioses más importantes, que en su opinión pocas veces es ensalzado como merece.
Los diferentes discursos y el debate entre los comensales son el corazón de la obra que culmina cuando Platón expone, a través de la figura de Sócrates y de la saterdotisa Diotima, la doctrina del amor platónico que, en sucesivos grados de abstracción, conduce a la union mística con la forma ideal de la belleza a la que llega el verdadero enamorado de las cosas hermosas.
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