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Verano. Club MUCHALETRA: “Yo confieso” de Jaume Cabré

Jauma CabréLa novela Yo confieso, de Jaume Cabré protagoniza nuestra lectura de verano. La comentaremos a la vuelta de las vacaciones, al inicio de una nueva temporada de reuniones para los grupos de Club de Lectura de nuestra biblioteca.

Jaume Cabré i Fabré (Barcelona, 1947). Docente, escritor y guionista. Estudió Filología Catalana en la Universidad de Barcelona y durante años ha compaginado su dedicación a la literatura con su actividad como docente de bachillerato. Actualmente es profesor en la Universidad de Lleida.

Se estrenó en el mundo literario con un libro de relatos, Faules de mal desar (1974), género en el que ha seguido publicando, aunque sólo uno, Libro de preludios, ha sido traducido al castellano. El reconocimiento internacional, le llega de la mano de su novelas entre las que destacan La telarañaLas voces del Pamamo y Yo confieso. Es además autor de varios libros infantiles y de los ensayos El sentit de la ficció (1999) y La matèria de l’esperit (2005).

A su labor literaria se une una fecunda labor como guionista, tanto televisivo como cinematográfico. Series de referencia en la televisión catalana como La granja o Estació d’enllaç, tienen en él a uno de sus creadores y guionistas.  Es coautor de la adaptación a la gran pantalla de su novela La telaraña, premiada con el Sant Jordi en 1983.

Miembro de la Sección Filológica del Institut d’Estudis Catalans, ha recibido los principales premios que se otorga a la literatura en lengua catalana y es Premio de Honor de las Letras Catalanas, un galardón otorgado al conjunto de su obra y trayectoria.

Yo confieso, título que remite al Yo acuso, de Zola, es la confesión de un hombre llamado Adrià Ardévol, un hijo superdotado y sin amor de una familia de la burguesía de la capital catalana, nacido a finales de los años cuarenta del siglo XX, que se siente culpable de una muerte violenta y que no entiende el mal que recorre la historia de Occidente. La belleza, la vejez, la muerte, el ansia de saber, la crueldad, el nazismo, la justicia, el sufrimiento, el papel de Dios ante determinados hechos, son los temas que van impregnando las páginas de una novela que tiene diferentes niveles de lectura, cambios temporales y del punto de vista narrativo.

Toda la historia de Europa -señala el autor- es una historia de crueldades, violencias, constituciones de países después de guerras, luchas de fronteras y de religiones. Europa ha sido una olla de grillos, aunque si uno mira hacia otras partes ve que los hechos han sido parecidos y que la crueldad no es patrimonio de los siglos XX y XXI“. Gran aficionado a la música, la obra es, asimismo, la historia de la amistad entre Adrià Ardévol y el músico Bernat Plensa, y en ella tiene una gran importancia un violín, una pieza de coleccionista, con un gran simbolismo, igual que otros objetos que aparecen en la novela como un cuadro de Modest Urgell en el que se plasma un monasterio del Pallars.

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1 comentario

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  1. Charo Antón

    POR SI OS SIRVE ESTO QUE HE ENCONTRADO:Libros y autores
    Evocaciones prodigiosas
    Yo confieso, del catalán Jaume Cabré, es una extensa saga que hace coincidir con maestría en una misma trama la historia familiar y gran parte de la historia europea
    Por Willy G. Bouillon | LA NACION
    -5

    Tras aclarar que el 27 de enero de 2011 dio por “definitivamente inacabada” esta formidable novela, el catalán Jaume Cabré (Barcelona, 1947) agregó nueve páginas con el detalle de las casi 200 personas que aparecen en ella, incluido el afamado fabricante de violines Lorenzo Storioni, quien sumó su refinado oficio al exhibido, antes que él, por Stradivari y Guarnieri. El instrumento, llamado Vial, fue el primero hecho por Storioni y en su caja aparece 1764 como año de fabricación, además de unos misteriosos signos. Juega un papel destacado en el libro, como motor de una tan prolongada como tenebrosa crónica en la que desfilan inescrupulosos de toda laya, capaces de encarar del peor modo (fraude, traición, suplantación de identidad, asesinato) su avidez por poseerlo.
    Considerando sólo ese ángulo, Yo confieso asoma en un comienzo como un elaborado texto de índole policíaca, cuya violencia, claves y enigmas hacen recordar al Eco de El nombre de la rosa . Paulatinamente se advierte, sin embargo, que la densa saga generada por el Vial no es más que la punta de un iceberg y que la masa que lo sustenta conforma una materia mucho más compleja.
    La larga evocación está protagonizada por Adrià Ardèvol, un niño prodigio que para compensar la falta de amor de sus padres -divididos entre el objetivo de que llegue a ser un eximio violinista (la madre) y que sea un hombre culto (el padre)-, pasa horas recluido, entregado a las más diversas lecturas y acompañado sólo por dos pequeños muñecos, el sheriff Carson y el indio Águila Negra.
    Adrià le narra su historia a Sara Epstein, con quien vive un gran amor, desde su juventud hasta la madurez. Le habla de su niñez, de lo que fue aprendiendo en textos esclarecedores y en objetos que hay en la tienda de antigüedades de Félix, su padre. Y le sigue contando después, cuando adulto, y hasta cierto momento de la madurez. Libros y piezas lo llevan a descifrar asuntos sorprendentes de su familia, del siglo XIV al actual, en episodios ocurridos en Europa, África y Medio Oriente. Basado en lo que advierte en la obra de los trágicos griegos, Adrià comprende que los hechos más ominosos del presente son siempre resultado de los que tuvieron lugar en el pasado, e ilumina así la responsabilidad que ha tenido respecto del terrible trance en el que muere su padre.
    De esto último surge el título Yo confieso . Aquella sensación del ser culpable, instalada en la reconstrucción de Adrià, también está presente, en versión encubierta o no, en casi la totalidad de los personajes, como un rasgo extendido del comportamiento humano. Así, la trama íntima y de puertas adentro desemboca en el macrocosmos, es decir, la historia europea, y pone mayor acento en sucesos de fuerte resonancia: la Inquisición, la Guerra Civil Española, la de los Balcanes (la de las primeras décadas del siglo XX y la que concluyó en 2001) y las dos contiendas mundiales.
    Cabré entra pues en otro tema de gran significación: el de la existencia del mal. Por lo demás, el autor de esta notable novela abunda en originalidades: con el indirecto libre mixto no sólo cambia de la primera persona a la tercera, sino que además altera con maestría el tiempo de narración, desandando súbitamente el presente para ir al pasado, o rinde deliciosos homenajes, como comenzar un capítulo “plagiando” el inolvidable inicio de Cien años de soledad ..

  1. Clubes de Lectura Zamora

    […] central: Yo confieso, de Jaume […]

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