«

»

Sesión 3. Club MUCHALETRA: “Un matrimonio de provincias” de la Marquesa Colombi

En la próxima sesión del club, el lunes 20 de noviembre, a las 19 h., comentaremos el libro de la Marquesa Colombi, Un matrimonio de provincias.

Marquesa ColombiEs difícil imaginar una juventud más monótona, más sórdida y más carente de toda alegría que la mía. Al evocarla al cabo de tantos y tantos años, vuelvo a sentir el inmenso tedio de aquella tranquilidad muerta que se prolongaba, se prolongaba inalterable, durante el largo periodo de tiempo que transcurría entre los poquísimos acontecimientos familiares.

(Inicio de Matrimonio de provincias)

 

 

Marquesa Colombi (Novara, 1840 – Turín, 1920) pseudónimo de Maria Antonietta Torriani, nació en 1840 en Novara, una ciudad del norte de Italia. A finales de los años sesenta se instaló en Milán, donde comenzó a colaborar con algunas revistas y donde trabó amistad con Anna Maria Mozzoni, un a de las pioneras del feminismo italiano. Autora de una prolífica obra (novelas, relatos, obras de teatro, ensayos, libros para niños), fue la primera mujer en escribir en el Corriee della Sera, fundado por quien fue su marido, Eugenio Torelli, del cual terminó separándose. Falleció en Turín en 1920.

Un matrimonio de provincias: esta novela corta aborda la manera en que las relaciones sentimentales se entablaban en la Italia rural de finales del siglo XIX. Encerradas en el asfixiante universo familiar, las jóvenes debían esperar al pretendiente que las escogiera y les abriera las puertas de las pocas libertades extra que concedía la vida de casada.

Para Óscar Esquivias, en su reseña en La tormenta en un vasola  importante de esta novela no es tanto lo que pasa, como lo que uno espera que pase. El lector entra de puntillas, delicadamente, y pronto –al igual que la protagonista, la joven Denza– se eleva sobre la realidad y se instala en el plano del deseo, de la ensoñación. Denza vive en dos mundos: uno aburrido, frustrante, lleno de rutinas y convenciones sociales alienantes; es el universo doméstico de la casa de su padre y su madrastra, el de las estrecheces (en todos los sentidos) de la vida provinciana. Pero, a la vez, Denza habita en un mundo imaginario: su instinto de supervivencia y su fantasía alimentan sus esperanzas de escapar de todo esto gracias al amor, al príncipe azul que crea en su cabeza.

Más información: