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Sesión 2. Club LAUREL: “Las ciegas hormigas” de Ramiro Pinilla

En la próxima sesión del club, martes 6 de noviembre de 2018, a las 11 h., comentaremos el libro de Ramiro Pinilla, Las ciegas hormigas.

Ramiro Pinilla1Estaba junto al padre, mirando el barco de cinco mil toneladas que sabíamos se hundiría irremediablemente. La pertinaz lluvia había formado, sobre las alas del viejo sombrero del padre -tráido de América por el abuelo hacía más de veinticinco años-, una especie de foso circular que rodeaba la cúpula central, y así, el sombrero de lona semejaba un castillo antiguo.

(Inicio de Las ciegas hormigas)

Ramiro Pinilla (1923-2014)  Nacido en Bilbao, se dio a conocer en los años sesenta con novelas como Las ciegas hormigas (ganadora del Premio Nadal y del Premio de la Crítica) o Seno (finalista del Planeta en 1971). Pero tras ese comienzo exitoso, Pinilla decidió publicar sólo en pequeñas editoriales durante más de treinta años. La publicación en 2004 y 2005 de Verdes valles, colinas rojas, una excepcional trilogía compuesta por La tierra convulsa, Los cuerpos desnudos Las cenizas del hierro –Premio Euskadi, Premio Nacional de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa– devolvió a Pinilla a la palestra y descubrió a muchos que se trataba de uno de los grandes escritores contemporáneos. Así lo confirmaron sus novelas La higuera (2006), Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera, Aquella edad inolvidable (Premio Euskadi) o sus narraciones breves, Los cuentos (2011). En 2009 inició su original serie policiaca compuesta por Sólo un muerto másEl cementerio vacío Cadáveres en la playa.

Las ciegas hormigas: Un furioso temporal en la costa cantábrica arroja contra los acantilados de Getxo un barco inglés, cuya carga de carbón se desparrama por las peñas. Todo el pueblo acude por la noche, como una marea humana acuciada por la necesidad, a recoger aquel oro negro que el oleaje y la resaca traen consigo. Sabas Jáuregui es consciente de que no puede dejar pasar la oportunidad y, en medio de la tormenta, arrastra a sus hijos Fermín, Cosme, Bruno e Ismael, y a su cuñado Pedro, a buscar un buen sitio en el acantilado desde donde subir el carbón que tanto necesitan en la cocina del caserío. Cuando a medianoche la tragedia hace su aparición, sólo la tenacidad arrolladora de Sabas, su aplomo ante el infortunio, su implacable severidad, logran empujarlos a todos, entre desgarros y odios, pero también con el apoyo incondicional de Ismael, el menor de sus hijos.

Información tomada de Planeta de Libros

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