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Sesión 3. Club LAUREL: “Sábado” de Ian McEwan

En la próxima sesión del club, que será el martes 20 de noviembre, a las 11 h., comentaremos el libro de Ian McEwanSábado.

Ian McEwanAl despertar, horas antes del alba, Henry Perowne, neurocirujano, descubre que ya está en danza, aparta las mantas de su postura sedente y se levanta. No sabe con certeza el momento exacto en que ha despertado, pero tampoco importa. Nunca ha hecho algo así, pero no se alarma y ni siquiera se sorprende un poco, porque el movimiento de sus miembros es ágil y placentero y nota una fuerza insólita en la espalda y las piernas.

(Inicio de Sábado)

Ian McEwan  (1948-) está considerado como uno de los 50 mejores escritores británicos de la actualidad gracias tanto a su excelente producción novelística como por sus incursiones en el guión y la dramaturgia. Estudió en la Universidad de Sussex, donde estudió Inglés, y en la de East Anglia, donde se especializó en Escritura Creativa. Con su primera antología de relatos, logró un gran éxito al hacerse con el premio Somerset Maugham.
A lo largo de su carrera ha logrado premios tan importantes como el Whitbread, el Man Booker, el Premio Shakespeare o el James Tait Black Memorial entre otros. Es miembro de importantes instituciones, como la Royal Society of Arts o la American Academy of Arts and Sciences.

Activo defensor de los derechos humanos, ha participado en numerosos actos en contra de la guerra y a favor de la libertad de prensa o el ecologismo, entre otras causas. De entre su obra habría que destacar títulos como El jardín de cementoÁmsterdamExpiaciónSábadoSolar, Primer amor o La ley del menor, varios de los cuales han sido adaptados al cine con gran éxito.

Sábado: Henry Perowne es un hombre feliz. Es un reconocido neurocirujano y está casado con Rosalind, una abogada de un importante periódico. Ambos disfrutan su trabajo, se quieren y quieren a sus hijos, un prometedor músico y una joven poeta. Es sábado, 15 de febrero de 2003, el día de las grandes manifestaciones contra la guerra de Irak. Henry se despierta, va hacia la ventana de su dor-mitorio y ve un avión en llamas que sobrevuela Londres muy bajo. Henry teme un accidente terrible, un ataque terrorista. Más tarde, escuchando la radio, sabrá que se trata de un aterrizaje forzoso. Y Henry volverá a dormir, y hará el amor con su mujer, y se irá luego a su partida de squash semanal. Pero la visión nocturna no ha sido sino el presagio de la realidad azarosa que irrumpirá en la plácida burbuja de su vida tan armoniosa.

Información tomada de la editorial Anagrama

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