«

»

Sesión 13. Club ARTEMISA: “La joven de la perla” de Tracy Chevalier

En la próxima sesión del club, lunes 6 de mayo, a las 11 h., comentaremos el libro de Tracy Chevalier, La joven de la perla.

Sin títuloMi madre no me avisó de que iban a venir. Luego me dijo que no quería que se me notara nerviosa. Me sorprendió, porque creía que me conocía bien. Los desconocidos siempre pensaban que era una persona tranquila. No me echaba a llorar como una niña pequeña. Sólo mi madre advertía la tensión en mi mandíbula, mis ojos aún más abiertos de lo que ya de por sí solía tenerlos.

(Inicio de La joven de la perla)

 

 

Tracy Chevalier (Washington, 1962) tras obtener el “Bachelor in Arts” se trasladó a Inglaterra en 1984, en donde trabajó como editora de referencias de libros. En 1993 empezó un postgrado de Escritura Creativa en la Universidad de East Anglia, en donde recibió formación de, entre otros, los novelistas Malcolm Bradbury y Rose Tremain.
Es especialmente conocida como autora de novela histórica. Obras suyas son El azul de la virgen, Ángeles fugaces, La dama y el unicornio y El maestro de la inocencia, pero su novela más conocida es La joven de la perla, basada en el cuadro del mismo nombre del pintor holandés del siglo XVII Johannes Vermeer. La novela, de 1999, fue adaptada al cine en 2003 (coproducción EEUU-Reino Unido-Luxemburgo) por el cineasta Peter Webber, figurando en el reparto Colin Firth y Scarlett Johansson, entre otros. Obtuvo tres nominaciones a los Premios Oscar (Mejor Diseño de Vestuario, Mejor Fotografía y Mejor Dirección de Arte) (Información tomada de Lecturalia)

La joven de la perla: la modelo que utilizó Johannes Vermeer en uno de sus cuadros más famosos y admirados es un misterio que Tracy Chevalier tomó como punto de partida para escribir una de las mejores novelas históricas de nuestro tiempo: La joven de la perla. En ella Griet, una muchacha holandesa de dieciséis años, entra a formar parte del servicio del afamado pintor Johannes Vermeer. Allí, seis niños malcriados campan por sus respetos bajo la volátil mirada de Catharina ­la mujer del pintor­, su madre ­Maria Thins­, y un ama de llaves ­Tanneke­ leal a las dos mujeres que regentan la casa. Griet tiene una manera particular, llena de devoción, de mirar lo que la rodea. Una sensibilidad que, a pesar de la distancia que marca la educación y la clase social, coincide con la de Vermeer. Algo que él ha percibido y que le ha llevado a introducirla en su mundo de artista. La intimidad que crece entre ambos, los rumores que proceden de la envidia, la lujuria de Van Ruijven, mecenas del pintor, y los celos de las mujeres harán que, tarde o temprano, llegue el escándalo (Información tomada de Librotea)

Más información: