En la próxima sesión del club, que tendrá lugar el lunes 27 de mayo, a las 11 h., comentaremos el libro de Ivan Doig, Una temporada para silbar.
Cuando vuelvo a visitar los rincones de mi vida, las cosas más nimias me asaltan. El mantel de hule con cuadros blancos y molinos de viento azules, las manchas descoloridas en nuestros cuatro gastados lugares en la mesa. Ese café acre de papá, tan cargado que casi andaba, y que él bebía a sorbos después de la cena para dormir después, sereno como una esfinge.
(Comienzo de Una temporada para silbar)
Ivan Doig (1939 – 2015) nació en White Sulphur Springs (Montana), en el seno de una familia de colonos y rancheros de origen escocés. Tras la prematura muerte de su madre fue criado por su padre y su abuela en diferentes ranchos del estado, pero sin abandonar nunca Montana, fuente constante de inspiración para la mayoría de sus novelas y ensayos. Doig, graduado en Periodismo y en Historia, ejerció como granjero y trabajó en el Servicio Forestal antes de convertirse en editor y colaborador habitual de periódicos y revistas. En 1979 apareció su primera obra, This House of Sky: Landscapes of a Western Mind, un texto autobiográfico inspirado en sus años de juventud, que llegaría a ser finalista del National Book Award, y al que seguiría una larga lista de obras, narrativas y de no ficción, inspiradas en su mayoría en la vida rural de Montana y en sus imponentes paisajes.
Entre su producción destacan las tres novelas que componen la Trilogía McCaskill (Verano en English Creek, Dancing at the Rascal Fair y Ride with me, Mariah Montana), un complejo ciclo novelesco que abarca cien años en la historia del estado de Montana; Bucking the Sun (1996); Mountain Time (1999) y Una temporada para silbar(2006). Su prosa realista e íntimamente ligada a la historia, la naturaleza y el paisaje de su tierra natal lo ha encumbrado como uno de los mejores cronistas contemporáneos del Oeste americano, en la estela de autores de la talla de Wallace Stegner o Norman Maclean. Murió a los setenta y cinco años de edad en su casa de Seattle.
Una temporada para silbar : no cocina, pero tampoco muerde, así comienza el anuncio en el que Rose Llewellyn, una viuda de “buenas costumbres y disposición excepcional”, se ofrece en el otoño de 1909 como ama de llaves; la frase capta de inmediato la atención de Oliver Milliron, un viudo con tres hijos y poca maña en las tareas domésticas, que la contrata para poner un poco de orden en su casa de Marias Coulee, Montana.
Y así comienza también la inolvidable temporada que Rose y su hermano Morris, un dandi sabelotodo, pasarán en este pueblo de granjeros. Cuando la maestra local se escapa con un predicador, Morris se verá obligado a aceptar su puesto; sus particulares métodos de enseñanza marcarán para siempre a los jóvenes alumnos de la escuela rural. Ni ellos ni la familia Milliron ni el pueblo de Marias Coulee volverán a ser los mismos tras la llegada de Rose y Morris.
Ivan Doig está considerado como uno de los mejores cronistas contemporáneos del Oeste americano, alumno aventajado de autores como Wallace Stegner o Norman Maclean. Una temporada para silbar es una de sus mejores novelas, fruto de su particular manera de entender la vida y la imponente naturaleza de Montana.
(Información tomada de la editorial Libros del Asteroide)
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