Dedicaremos nuestra última sesión de este curso al comentario de un texto clásico, en este caso una de las más conocidas tragedias de Eurípides, también considerada por muchos una de sus mejores obras: Medea. Será el lunes 16 de junio a las 19:15 h.
Eurípides (Salamina, 480 a.C. – Macedonia, 406 a.C ). Dramaturgo griego cuya obra fue muy popular en su época y que ejerció una gran influencia sobre el teatro posterior, tanto romano como renacentista. Los estudiosos divergen en cuanto a su origen, unos lo adscriben a una familia noble de la ciudad y para otros era de origen humilde. La familia se trasladó a Atenas a causa de la Segunda Guerra Médica. Allí el muchacho recibió una esmerada educación.
En 442 a.C obtuvo el primer premio en el festival dramático de Atenas, aunque llevaba ya un decenio participando en él. En total conseguiría ese premio únicamente en cuatro ocasiones a pesar de su prolífica y talentosa obra, quizá porque ejercía como representante de los nuevos valores que iban apareciendo en la Atenas de finales del s.V a.C y que cuestionaban el saber y las tradiciones y dogmas establecidos. De hecho, recibió las críticas de sus contemporáneos por el carácter poco convencional de su obra, por la naturalidad de sus diálogos y por su independencia (entre otras cosas se criticó su ateísmo) respecto a los valores morales y religiosos que imperaban en la sociedad del momento. Es evidente su interés por la filosofía y la ciencia y su carácter receptivo y especialmente fructífero ante las novedades en todos los campos del saber. Introdujo también cambios formales en la tragedia sobre todo en cuanto al uso que hace del coro; a la desconexión entre los diferentes episodios que componen la trama y por la inclusión de prólogos explicativos en sus obras o la alteración de las leyendas según las necesidades.
Su obra bebe de las mismas fuentes que el resto de dramaturgos contemporáneos y tiene en los mitos y leyendas griegos su principal inspiración, aunque también buscó temas nuevos, especialmente en episodios que reflejan las emociones más violentas o actos de gran romanticismo. A pesar de que son numerosas las obras que se le atribuyen, hasta nuestros días han llegado únicamente diecisiete tragedias (Alcestes, Andrómaca, Las bacantes, Electra, Las fenicias, Hécuba, Helena, Hércules, Hércules loco, Hipólito, Ifigenia en Áulide, Ifigenia entre los tauros, Ión, Medea, Orestes, Las troyanas y Los suplicantes) y un drama satírico, Los cíclopes.
Medea se representó 431 a.C. en los festivales dramáticos de Atenas, en los que obtuvo el tercer premio. Parece ser que los atenienses no estaban preparados para la crudeza con la que la obra trata los más oscuros recovecos del corazón humano. Hoy, es para muchos de la obra maestra de Eurípides. En ella, Jasón, prometido de Medea y padre de sus hijos, se dispone a casarse con la hija de Creonte, rey de Corinto, ciudad en la que Jasón y Medea, son unos extranjeros prácticamente recién llegados.
Medea, despechada, entra en cólera y planea venganza. Para ello simula que Jasón la ha convencido y antes de ser desterrada solicita un día de plazo en el que envía a sus hijos al palacio de Creonte con regalos para la novia. Los regalos contienen un conjuro que matará a Creonte y a su hija. La pasión desatada, las fuerzas irracionales y oscuras que brotan del corazón humano llevarán a Medea a acabar también con la vida de sus propios hijos con el propósito de agravar la desgracia de Jasón.
Temas y situaciones reales del corazón del hombre como el paso del amor al odio, las pasiones exaltadas, la extranjería… que han garantizado la pervivencia de la través de los siglos y han convertido a su protagonista en motivo para numerosos artistas.
Más información:
