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Sesión 5. Club MUCHALETRA: “Cabaret Biarritz” de Jose C. Vales

El lunes 1 de febrero, a las 19 h., comentaremos la novela de Jose C. Vales, Premio Nadal 2015, Cabaret Biarritz

José C. ValesJosé C. Vales (Zamora, 1965). Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, se especializó en filosofía y estética de la literatura romántica en Madrid donde ha desarrollado su carrera profesional siempre relacionada con el mundo editorial, bien como editor bien como redactor o traductor para diferentes sellos.

Entre los trabajos de edición y traducción destacan los Orgullo y prejuicio de Jane Austen (Espasa, 2011) o la nueva edición de Frankenstein (Espasa, 2009) basada en los manuscritos hallados en la Biblioteca Bodleiana de Oxford. Sin embargo, han sido sus recientes traducciones para la editorial Impedimenta las que le han reportado un cierto reconocimiento de crítica y público: La hija del optimista, de Eudora Welty, El diario del año de la peste, de Daniel Defoe o las obras de E. F. Benson o de Edmund Crispin. Algunas de ellas cuentan con prólogos especiales redactados por José C. Vales.

En enero de 2015 recibió el premio Nadal por su novela Cabaret Biarritz. En esta ocasión el premio decano de las letras españolas nos descubre a un autor con una única novela publicada previamente: El pensionado de Neuwelke (Planeta 2013).

Cabaret Biarritz, la novela ganadora del 71 premio Nadal, tiene algo de novela policiaca, algo de comedia y algo de retrato de época. Europa vive los felices 20 y Biarritz concentra buena parte del glamour y de la vida despreocupada de la élite del continente cuando el cadáver de una joven empleada de librería aparece en el muelle de la villa. Pasados unos años, quince en concreto, Georges Miet, un periodista sin demasiada reputación recibe el encargo de escribir una novela sobre esos trágicos sucesos y se desplaza a Biarritz donde realiza unas treinta entrevistas a otras tantas personas directa o indirectamente relacionadas con la fallecida y nos ofrece otros tantos puntos de vista sobre lo ocurrido.

Hasta nosotros llegan, apenas editadas, esas entrevistas que nunca llegaron a ser la novela que Miet pretendió y que otra persona ha ordenado y editado con el fin de hacerlas llegar al público lector de hoy. Una novela de investigación, divertida y polifónica que, más allá de la trama policíaca, dibuja un retrato de una sociedad en plena ebullición en la que conviven la rigidez de las normas sociales imperantes en la época con la celebración de la vida en un momento de especial efervescencia y desenfreno: los dorados años 20 del siglo pasado.

Destaca, especialmente, la riqueza de vocabulario como un fiel reflejo de a quién representa: esa treintena de personajes entrevistados pertenecientes a diferentes clases sociales, intereses personales contrapuestos y relacionados de muy diversas formas con los hechos investigados.

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1 comentario

  1. Pedro Lacámara

    CABARET BIARRITZ de José C. Vales (Destino 2015)
    COMENTARIOS
    -Desde el punto de vista de la forma, este libro se presenta, por un lado con una estructura erudita construida con una introducción, una bibliografía, un índice y unas notas a pie de página, y por el otro con una historia narrativa en torno al Biarritz de los años veinte contada a través de una treintena de entrevistas, recogidas unos años más tarde por un escritor asignado por un editor. Para completar este artefacto literario, este libro correspondería a una traducción del francés al español por parte del autor del libro. Por todo ello, este libro se presentaría en una primera interpretación superficial o bien como una novela de investigación, o bien como un estudio o ensayo sociológico, o bien como una novela policiaca, o bien siendo todo ello a la vez e incluso algo más que la suma de las partes como un producto literario único: una novela compleja y original.
    -A medida que vamos avanzando en su lectura e interpretación, vamos descubriendo que todo el aparato erudito, salvo alguna cita aislada correspondiente a algún filósofo (Schopenhauer o Kierkegaard) o literato (Barbey d’Aurebilly o Sacher-Masoch), es totalmente inventado por el autor, así como los personajes entrevistados o las propias entrevistas. Éstas aunque en apariencia corresponderían a un diálogo con un escritor también ficticio, un tal Georges Miet, en realidad son unos soliloquios ficticios puesto que el escritor que se supone las transcribió unos diez o quince años después de los hechos acontecidos en Biarritz en el verano de 1925, nunca interviene directamente en ellas.
    -Finalmente el lector va descubriendo que los entrevistados hablan de unas muertes nada claras, en otros casos de puras casualidades como la galerna que se cernió sobre Biarritz en esas fechas, o para algunos de ellos de puros asesinatos, en particular para el trío compuesto por Beatrix, Vilko y Galet, que habiendo iniciado su propia investigación – al margen de una inexistente o muy poco operativa investigación policial o judicial – llegaron a la conclusión de que no había habido casualidad alguna sino que se había tratado de una serie de asesinatos como en el caso de Dorothée Perth ordenado por Pauline Bellay y ejecutado por el pintor Hett por dinero, luego ante un posible chantaje de Aitzane a Pauline Bellay ésta la manda asesinar también por dinero a Alex y finalmente el intento de asesinato de Beatrix de parte del juez DuPont con la ayuda de la gendarmería (Véase el desenlace de esta trama en páginas 413-416). No obstante el desenlace de la trama policial por parte del trio de “aficionados” y no por la policía y el juez hace que la resolución de esos crímenes aparezca finalmente como una opinión o creencia tan plausible como los demás puntos de vista.
    Todo ello confiere a esta novela un estatus de novela policiaca un tanto especial puesto que el típico desenlace de los casos bajo sospecha queda como un desenlace no resuelto o mejor dicho como unos casos susceptibles de ser interpretados tal como lo ve el trio antes nombrado o tal como lo ven otros personajes, es decir, como un conjunto de muertes accidentales o como meras casualidades. En otras palabras, que estaríamos hablando de una novela negra con un final abierto cuyo desenlace o interpretación de los casos investigados dependería finalmente del propio lector de la novela.
    Con lo cual, uno va teniendo la impresión de que los elementos de novela policiaca aquí narrados encierran algo más que una pura intriga policial o de que la novela en su conjunto, al margen de dicha intriga o resolución de los casos, referiría a otros aspectos que transcenderían el mero género policial, como podrían ser las historias amorosas de Vilko y Beatrix, de Pauline Bellay y su enamorado, o las historias llenas de lujuria y sexo del caballero Perth y Aitzane. Más adelante volveremos a esas posibles interpretaciones que van más allá del genero policial.
    -Personajes entrevistados y entrevistas: los personajes ficticiamente entrevistados representan una galería de lo más variopinto y estrambótico posible en aquel Biarritz estival de 1925: personajes de la aristocracia rusa que huyó de los bolcheviques, pasando por el noble y flemático inglés amigo de Beatrix o de ésta misma rompiendo todos los moldes de la mujer aristócrata, el joyero y extraficante de joyas y diamantes, Febert, la cohorte de bailarinas y cocottes (prostitutas) asegurando los numerosos espectáculos de cabarets o de hoteles como los de Villa Belza, el grupo de histriones, gorrones o literatos de pacotilla, las mujeres con escandalosos bañadores de una pieza que hacían temblar a los hombres, aparte de los bienpensantes como el juez DuPont o de la beatería femenina extrema como el caso de Chloé, la mujer de Vilko, entre otros muchos.
    Dejando aquí de lado lo que puedan pensar de sí mismos, o fingir o mentir, lo realmente asombroso es la caracterización psicológica de estos personajes así como la maestría alcanzada por el autor de la novela en el tratamiento discursivo y verbal correspondiente a cada personaje entrevistado. Es sin duda uno de los mayores logros de la novela. Además, estas entrevistas tan extraordinariamente escritas ofrecen algo muy particular y relevante: al volver sobre los mismos hechos ocurridos desde entrevistados distintos y por tanto con puntos de vista diferentes, o bien sobre un mismo personaje visto a través de los ojos de distintos entrevistados, se puede colegir que estas multiplicaciones de ángulos distintos ofrecen en algunos casos un contrapunto a ciertas aseveraciones o juicios como por ejemplo en el caso de Beatrix vista muy negativamente por Galet y de manera positiva o más comprensiva por Tessa, o en otros casos que simplemente relativizan las “verdades” de unos y otros.
    -Significación de la novela: BIARRITZ HAY MUCHOS, COMO ESPAÑAS O ZAMORAS
    Finalmente, la urdimbre compleja de la obra que Vales nos presenta, y que ha obtenido el premio Nadal 2015, puede ser interpretada como una novela plural cuyas perspectivas no serían excluyentes sino complementarias:
    a) como una novela policiaca abierta o libre, es decir cuyo desenlace de la trama policial es dejado abierto o libre, es decir que tiene que ser el propio lector el que saque sus propias conclusiones sobre el desenlace final de la intriga policial
    b) como una obra polifónica por las numerosas y muy distintas voces que nos presenta no sólo por las numerosas entrevistas ficticias sino también por los diversos mundos que pululan y se entremezclan en ella: el Biarritz estival, internacional y económicamente poderoso de los años veinte: alegre, festivo, de moral ligera, que va de espectáculo en espectáculo a cual más desenfrenado y siempre acompañado del séquito habitual de gorrones, aduladores o gente de baja estofa; el Biarritz tradicional con sus estamentos políticos, sociales y económicos bien delimitados: la doble moral y conducta del poder policial y judicial, la beatería de la clase media especialmente femenina, el círculo cultural representado por editores ávidos de sucesos truculentos y de periodistas mal pagados o del tres al cuarto; la clase baja y pobre que tiene que recurrir a la picaresca, al libertinaje o a los pequeños trabajos para sobrevivir. O bien una galería de personajes menos convencionales como la excéntrica y rompedora Beatrix, la amiga lesbiana o la beata y suicida Chloé, entre otros muchos raros especímenes humanos.
    c) como una gran parodia cuya significación subsumiría en cierto sentido a las formas anteriores y realizaría una síntesis coherente de la novela plural: el escritor a través de la enorme cantidad de cliches y de un lenguaje a menudo muy hiperbólicos y estrafalarios como indicios claros de lectura, nos presentaría una enorme parodia de la condición humana, un poco al estilo de Malraux en La Condition Humaine con su sentimiento heroico y trágico de la existencia, y un poco al estilo de Balzac en La Comédie Humaine: los seres humanos con sus irrisorias historias de amor que suelen terminar mal o ser una continua fuente de sufrimiento, con sus escenas provocadoras y sensuales de cabaret, con sus sempiternos engaños, o sus prolongadas pequeñas miserias, también con sus crímenes o con sus pobres vidas humanas, en una palabra todos ellos en mayor o menor medida serían dignos de una gran bufonada. En ese sentido, la novela dejaría entrever cierta visión bastante pesimista de la existencia humana.
    El autor de esta novela plural sería finalmente como el fotógrafo amigo de Vilko, Galet, al que las entrevistas conceden cierta relevancia, que afirma que “Nada es verdad”: el escritor es como un fotógrafo transcriptor de esa galería de los humanos, capaz de mostrarnos distintas maneras de ver la realidad, distintas verdades según el ángulo de mira, sin juzgar a nadie pero eso sí provocando una gran carcajada.
    Club de lectura Muchaletra, Zamora 2.1.2016

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