En la próxima sesión del club, el lunes 23 de mayo (11 h.), comentaremos la novela de Roberto Bolaño, Los detectives salvajes.
Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953 – Barcelona, 2003) Su infancia la pasó en en diferentes ciudades de Chile: Quilpué, Cauquenes, Viña del Mar y Los Ángeles; donde cursó sus primeros estudios. A los quince años se estableció junto a su familia en el Distrito Federal, capital de México, donde realizó los estudios secundarios. En 1973 volvió a Chile en los meses previos al golpe militar de Pinochet, realizó un largo viaje por mar y tierra, con el propósito de apoyar al gobierno de Salvador Allende, fue apresado y permaneció ocho días en la cárcel. En enero de 1974 volvió a México, donde conoció a los poetas Mario Santiago y Bruno Montané, junto a quienes fundó un movimiento de vanguardia literaria al que bautizaron como Infrarrealismo. El movimiento contó con dos revistas: Rimbaud, vuelve a casa y Correspondencia Infra.
En 1978 se instaló en Barcelona donde su madre vivía desde hacía años. Llegó a una ciudad en plena efervescencia postfranquista, en la que todo parecía posible y que lo conquistó de inmediato. Al cabo de unos pocos años se trasladó a Blanes (Girona) donde se casó y nacieron sus hijos.
A Roberto Bolaño el reconocimiento le llegó tarde. En 1993 publicó la novela La pista de hielo, y en 1996 La literatura nazi en América. Con Estrella distante (1996) consolidó la reputación recién adquirida y el libro de cuentos Llamadas telefónicas (1997) lo consagró como uno de los mejores escritores contemporáneos de Hispanoamérica. Los premios le llegarían poco después, con su siguiente novela Los detectives salvajes (1998) que le valió el Premio Herralde, el Premio del Consejo de Chile en 1999 y el Premio Rómulo Gallegos en el mismo año. Sus obras póstumas fueron El gaucho insufrible (2003), Diario del bar (2006) y El secreto del mal (2007). Bolaño era admirador de los beatniks y fanático de Lou Reed, pero también devoto de Borges y Cortázar; entendía su obra como un conjunto estilístico y argumental, donde los personajes aparecen y desaparecen para dialogar entre sí y para enriquecer igualmente las vidas de los lectores.
Bolaño murió el 15 de julio de 2003, desde entonces su obra ha adquirido un merecido reconocimiento mundial.
Los detectives salvajes, que el editor Jorge Herralde calificó de “thriller wellesiano”, está protagonizada por dos hombres embarcados en la búsqueda durante veinte años de una escritora mexicana, Cesárea Tinajero, desaparecida durante la revolución, y contiene rasgos autobiográficos. La novela se desarrolla en multitud de países: Liberia, Israel, Angola, Francia, Estados Unidos, España… y representa a una generación nacida en los años cincuenta a la que une un cierto nomadismo, la entrega a ideales revolucionarios, el deseo de cambiarlo todo y la utopía de la revolución.
Consta de tres partes: la primera y la tercera son el diario del personaje Juan García Madero, un joven de 17 años estudiante de derecho. De ellas, la primera transcurre en México, D. F. en el fin del año 1975 y la tercera en el desierto de Sonora en el principio del año 1976 La segunda parte consiste en fragmentos correspondientes a testimonios de 52 distintos personajes, donde se recogen las vivencias entre los años 1976 y 1996 de los poetas Arturo Belano y Ulises Lima en distintos lugares del mundo. El relato es un homenaje al infrarrealismo, movimiento poético, que en la novela es denominado realismo visceral, y a sus integrantes. Así, Arturo Belano es en realidad el mismo Roberto Bolaño, y Ulises Lima es el poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro.