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Lectura de verano Club MACONDO: “Herejes” de Leonardo Padura

Tras la pausa estival, reanudaremos nuestras reuniones a la vuelta del verano con el comentario de Herejes, obra del cubano Leonardo Padura, premio Princesa de Asturias de las Letras 2015..

Leonardo PaduraLeonardo Padura (La Habana, Cuba , 1955)  trabajó como guionista, periodista y crítico hasta lograr el reconocimiento internacional como escritor con una serie de novelas policíacas que tienen como protagonista al detective Mario Conde. Pertenecen a esa serie títulos como Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras, Paisaje de otoño, Adiós, Hemingway, La neblina del ayer y  La cola de la serpiente. Traducidas a numerosos idiomas han recibido también prestigiosos premios como el Café Gijón en 1995 o el Hammett (1997, 1998, 2005).

Entre sus obras encontramos también La novela de mi vida y El hombre que amaba a los perros. Esta última reconstruye las vidas de León Trotsky y de su asesino, Ramón Mercader y ha sido traducida a numerosos idiomas además de haber vendido los derechos cinematográficos y haber sido merecedora de numerosos premios, entre ellos el Premio de la Crítica en Cuba

En 2012 recibió el premio Nacional de Literatura de Cuba; en 2013, en Francia, el de la Orden de las Artes y las Letras y en 2015 el Princesa de Asturias de las Letras.

Herejes es a la vez una novela policíaca, protagonizada por el detective Mario Conde, como tantas otras de Padura, y una novela histórica que trata en profundidad la historia del pueblo judío a través del tiempo. Nos habla también de la historia y la situación política de Cuba, con la que el autor es bastante crítico, y en conjunto es una novela que invita a la reflexión en torno a cuestiones relativas a la historia, la filosofía, la pintura, la religión o la política.

Y es que la novela está compuesta de varias historias cuyo nexo común lo encontramos en un misterioso cuadro, supuestamente atribuido a Rembrandt. Por un lado un hecho real: la llegada del cuadro a Cuba en 1939 a bordo de un buque, el Saint  Louis,  cuyo pasaje lo forman judíos que lograron huir de Alemania y que tras unos días atracados en el puerto de La Habana, verán desvanecidos los sueños propiciados por la huida al ser devueltos al lugar del que procedían; por otro, el autor retrocede hasta el Amsterdam del siglo XVII, donde nació el cuadro de la mano de un judío alumno de Rembrandt que quiere aprender a pintar; y finalmente, la historia reciente de Cuba y los jóvenes cubanos del momento y la propia historia del detective Conde, que vive un amor de madurez rodeado de sus amistades y la gente de su barrio.

En conjunto, una narración conseguida, en palabras de su autor, “a partir de ·una exhaustiva investigación histórica y con documentos históricos de primera mano”, que simultáneamente nos introduce de lleno en la compleja y dura realidad cubana actual.

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