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Sesión 7. Club MUCHALETRA: “El verano del inglés” de Carme Riera

En la próxima reunión que tendrá lugar el lunes 29 de febrero (19 h.) comentaremos el libro de Carme Riera, El verano del inglés.

Carmen RieraCarme Riera (Mallorca, 1948) es, sobre todo, una narradora y ensayista en catalán, aunque casi toda su obra está traducida al español. Es doctora en Filología Hispánica y Catedrática de Literatura española en la Universidad Autónoma de Barcelona. Está especializada en el Siglo de Oro. Es miembro de la Real Academia Españolas donde ocupa desde hace dos años el sillón “n” y es miembro de la Real Academia de Bones Letres.

Entre sus novelas destacan Una primavera para Domenico Guarini,Cuestión de amor propioEn el último azul, Por el cielo y más allá, Naturaleza casi muerta y Tiempo de inocencia. También es autora de ensayos y antologías sobre la generación de Carlos Barral, Ángel González y Jaime Gil de Biedma. Es directora de la cátedra José Agustín Goytisolo y coordinadora de la obra completa del autor, del que publicó la antología Los poemas son mi orgullo en 2003. En 1995, el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Nacional de Narrativa por la obra Dins el darrer blau. También fue distinguida con el Premio Anagrama de Ensayo en 1988, por La escuela de Barcelona y, en 1989, con el Premio Ramon Llull, por Joc de miralls.

Desde junio de 2015 es la presidenta del Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro), una entidad que gestiona los derechos de propiedad intelectual de autores y editores españoles.

El verano del inglés. La protagonista de esta novela, Laura Prats, es una agente inmobiliaria que tras comprobar que su desconocimiento del inglés le impide ascender en su empresa, decide hacer un curso de inglés durante sus vacaciones en el mes de agosto, en un solitario caserón de una profesora de inglés, Mrs. Grose. Pronto descubre que el método utilizado por ésta va más allá de la férrea disciplina. La convivencia de las dos mujeres genera una tensión llena de intriga y de terror. Esta pequeña novela atrapa desde el primer momento hasta el final, al que los lectores llegan divertidos y a la vez horrorizados por las consecuencias del “método Grose”.

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1 comentario

  1. Pedro Lacámara

    ANÁLISIS Y COMENTARIOS DE “EL VERANO DEL INGLÉS” de Carme Riera (2006)
    -La problemática de esta novela se podría resumir en dos titulares de prensa:
    a) La enseñanza tradicional de los idiomas en España y en particular del inglés: metodologías tradicionales obsoletas y recursos institucionales insuficientes.
    b) El aprendizaje tradicional del inglés desde el punto de vista psicológico de los alumnos: de la carencia a la obsesión pasando por ciertos sentimientos de desorientación, ansiedad e incluso angustia o cierto complejo de inferioridad.
    Ambas cuestiones pasadas por el tamiz de la ironía, el humor negro (muy british), la parodia, lo grotesco y hasta cierta dosis de terror, siempre presentes en el relato de Riera.
    -El tipo de narración y el género de la obra
    Se trata por su volumen y temática de una novela corta cuya lectura es ágil, divertida, sin muchas pretensiones, pero que engancha por cierto suspense y algún sentimiento de miedo o terror de lo que le pueda pasar a la protagonista y narradora Laura Prats.
    Por otra parte la novela se presenta como una carta de la narradora a su posible abogado, que le sirve a la escritora para narrar lo que bien podría ser una novela de terror, que se acerca un poco a la novela policiaca e incluso al guion de una película de terror, como las películas que cita la misma novela, sin que sea finalmente al menos desde un punto de vista clásico un relato de terror por las enormes dosis de humor negro y parodia que contiene, ni una policiaca o un guion de cine. Por todo ello, la obra podría ser catalogada como una especie de mix o de novela ecléctica.
    Desde la perspectiva del lector y por el clímax psicológico que recorre toda la narración, a lo que más se acerca es al relato de terror atemperado por el humor negro y la parodia de la enseñanza y aprendizaje del inglés en un curso individualizado de inmersión lingüística en una gran mansión, totalmente aislada, de la campiña inglesa.
    Por otra parte y desde el punto de vista del contenido de la narración, lo que en principio iba a consistir meramente en realizar un curso intensivo de inglés en Inglaterra durante el mes de agosto porque la narradora “de una vez por todas había decidido acabar con el engorroso asunto del inglés”, se convierte en una auténtica pesadilla para la narradora, que le va a llevar incluso a matar a su profesora, sin pretenderlo, en defensa propia e ir de entrada a la cárcel en prisión preventiva. Hay que señalar al respecto que en la obra, ya de por sí parca en personajes y situaciones, sólo se conoce la versión de Laura, la alumna y narradora de los hechos y motivaciones y sobre la que planean a lo largo de toda la novela ciertas dudas sobre su salud mental o sobre su estado psicológico en los momentos en los que se decide a aprender inglés: sentimientos de frustración y desánimo, obsesión, cierta ansiedad y muy baja autoestima. Contrasta no obstante lo lanzada o voluntariosa que es y su falta de miedo. Todo ello con grandes dosis de ingenuidad, que únicamente pueden explicarse, en parte, por su desconocimiento de la enseñanza y aprendizaje del inglés.
    Finalmente es relevante apuntar el carácter abierto del relato en diversos aspectos importantes de la obra: el estado mental o psicológico de Laura, los motivos por los que Laura agrede con las tijeras a su profesora, el eclecticismo del género literario de la novela o el papel del lector.
    Veamos más detalladamente algunos argumentos que corroborarían esas interpretaciones:
    -La novela comienza por ese “Me pide usted que se lo cuente todo” (9) y termina con ese “He dicho toda la verdad sin cambiar un punto” que da verosimilitud y veracidad a su carta-informe. No obstante se advierte una diferencia importante entre los comienzos del relato en los que la narradora y aprendiz de inglés profesa un gran amor por el inglés, y se presupone por sus hablantes nativos y el final de la novela en los que a pesar de haber mejorado mucho su inglés, critica muy abiertamente a los ingleses: “Me temo que la verdad en ese país de cínicos…..(y) de la doblez de sus gentes…no va a servirme de mucho” (125)
    La novela va evolucionando a través de diferentes tonos: desde la ironía a la gran desorientación frente al aprendizaje del inglés, todo ello envuelto por momentos en una hilarante o grotesca parodia y por momentos en inquietud e incluso terror en el aprendizaje del inglés.
    -La novela se presenta, como señalamos en forma de carta dirigida al abogado que se va a encargar de su caso y que la narradora va a redactar, como conocerá más adelante el lector, desde la enfermería de la cárcel en donde se halla en prisión preventiva, y siguiendo las instrucciones del abogado de que le cuente todos los hechos con todo detalle como cuestión indispensable para que acepte el caso de Laura Prats.
    No obstante, al no existir otra versión contrastada de los hechos que cuenta la narradora, más allá de sus palabras de que ha dicho toda la verdad, esa técnica narrativa o estrategia confiere al lector un estatus muy particular: no solamente debe de tratar de interpretar, o hacer hipótesis de lectura sobre los significados o sentidos a través de lo que se cuenta y sobre cómo se cuenta, sino que en este relato debe de asumir además una especie de papel de jurado en un juicio respecto a los hechos y a la verdad de Laura como personaje, la verosimilitud de lo que narra o las motivaciones de Grose en su manera de tratar a Laura como alumna y como persona. Esto será también otro factor de obra abierta.
    -También contrastan los inicios ilusionados de la narradora, o incluso su sueño por aprender de una vez por todas ese inglés que se le ha resistido siempre y el final pues a pesar de sus avances en la lengua de Shakespeare, sus sufrimientos, angustias, claustrofobia y su enorme decepción por todo lo acontecido: “La esperanza de adquirir esas competencias lingüísticas me había devuelto ganas e ilusión. Jennifer, que es mi mejor amiga…me decía con su particular humor que una puede convertirse en amante de una lengua y que esa circunstancia amorosa revierte en nuevos bríos.. A usted, que domina lenguas, mi obsesión puede parecerle absurda y quién sabe si no pensará que soy un caso clínico, una maníaca impulsada por una extraña fijación idiomática. Tal vez.”(24-25)
    Una vez más su ilusión: “Pensaba que si por fin me veía con ánimos de hablar inglés, mi autoestima, muy mermada desde hace siete años… [su marido que le deja por un mosso d’esquadra]… aumentaría un tanto… con la esperanza del ascenso prometido: pasar a adjunta de dirección” (25)
    O algo que también podría aplicarse a Laura: “Grose se odiaba a sí misma, como tanta gente” (117-118)
    -Lo mismo ocurre con la gran ingenuidad que caracteriza a la narradora a lo largo de toda la novela no sólo en su manera de ser sino en sus ideas sobre cómo aprender el inglés, como es el caso con el diccionario monolingüe en inglés que le recomienda la profesora y que Laura lee como si fuera una manual o una novela: “sumergida en él, como una especie de charca embarrada…las palabras incomprensibles tiraban de mí hacia el fondo y me ahogaba. Nada hay más triste que un diccionario incomprensible. Contiene en potencia un mundo a nuestro alcance y resulta, sin embargo, indescifrable” (27).
    -También sus miedos ya desde el comienzo pues al pedirle de nuevo consejo a la profesora sobre cómo aprender, ésta le contesta por mail que si no está de acuerdo que abandone la idea y Laura: “Horrorizada le pedí que no lo hiciera y hasta creo que le supliqué que se quedara conmigo, pues no resistía pensar en el fracaso de acarrear un año más con la terrible carencia y la frustración añadida de tenerme que quedar en Barcelona durante el mes de agosto” (27)
    Y una vez ya en Inglaterra y en la mansión con Mrs. Grose, su profesora: “Me sentía inquieta y con miedo, a tenor de las visitas…” (37). O al enseñarle la casa y hablar Grose de fantasmas: “Me sentía un poco sobrecogida. ¿Qué pretendía? ¿Asustarme? ¿Burlarse de mí?…de los difuntos no tengo ningún miedo. De los vivos, ya es otro cantar” (40)
    -Respecto a las cuestiones de la enseñanza del inglés, lo que está a la base de la problemática que plantea la novela es, como se ha señalado, esa tradicional carencia de nivel de los españoles a la hora de dominar una lengua extranjera y en particular la lengua de Shakespeare. No obstante esa falta de nivel de los españoles ante el aprendizaje del inglés oculta muy a menudo una serie de estados psicológicos o de sentimientos muy encontrados ante dicho aprendizaje: humillación ante una carencia tan palmaria en inglés, decepción que a veces puede llevar al auto-menosprecio, a tener serias dudas sobre las propias capacidades o inteligencia o cierto complejo de inferioridad o sufrimiento por el fracaso, llegando a veces a alcanzar ciertos límites de ansiedad nefastos para el propio aprendizaje.
    También es relevante señalar que la novela, apoyándose en esos tonos mezclados de humor negro, ironía, burla o parodia grotesca, la narración por momentos, a partir del empeoramiento de las relaciones profesora y alumna, entra en un clima propio del cine de terror que es finalmente el de una gran irrealidad, es decir, en la incapacidad para los personajes e incluso para el lector de distinguir entre lo real y lo percibido o temido.
    Por tanto, como iremos descubriendo, más allá del curso de inglés, lo que realmente parece que está en juego es cuestionar la propia enseñanza o el aprendizaje del idioma partiendo, como en la novela de esa obsesión desmesurada por llegar a dominar definitivamente el inglés, como si se tratara de la última oportunidad por aprender dicho idioma. Dicha obsesión psicológica, aunque tenga a la base ese deseo de obtener un mejor puesto de trabajo en la empresa, si se alarga en el tiempo puede desembocar, como en la novela, en un estado permanente de ansiedad por alcanzar esa especie de sueño que supondría el dominico del inglés.
    Todo lo cual nos lleva a inferir que en el fondo, más allá del caso de Laura y de su historia, lo que la novela trata de plantear de forma irónica o de parodia grotesca es una gran metáfora de la problemática metodológica y psicológica de la enseñanza-aprendizaje del inglés por parte del profesor y del alumno en los casos extremos en los que la obsesión por aprender el idioma pueda llegar a desencadenar estados de ansiedad peligrosos en la persona.
    Por ello la novela se convierte, con la figura simbólica de la muerte de la profesora, en una gran parodia grotesca y crítica de los malos profesores que dejando de lado su metodología más o menos avanzada, infringen a los alumnos todo tipo de comportamiento vejatorio, humillante y finalmente desalentador o desmotivador para el propio aprendizaje. Y en menor medida también, en una parodia de los alumnos que arrastran a lo largo de los años una gran obsesión, frustración y muy baja autoestima en sus capacidades a la hora de dominar el inglés u otro idioma.
    Finalmente es interesante especificar esos aspectos de novela abierta que caracterizan a esta novela corta:
    . los sentimientos de frustración o de carencia de competencias lingüísticas en inglés de Laura a lo que hay que sumar todas las humillaciones y burlas sufridas, la claustrofobia derivada de su imposibilidad de marcharse durante su curso intensivo y sobre todo su excesiva obsesión e incluso ansiedad, todo ello arroja ciertas dudas sobre el estado de salud mental de Laura.
    . los motivos por los que es agredida por Grose en el momento en el que Laura le clava las tijeras tampoco están muy claros: ¿pretende violarla en cierto modo puesto que Grose va vestida de hombre pero sobre todo porque “se siente hombre” o estrangularla o agredirla esta vez físicamente? Laura escribe al respecto: “Maté a mi profesora porque creía que iba a abusar de mí, creía que iba a estrangularme, lo hice en defensa propia y sé que usted me cree. Murió en mi cuarto, no en el suyo, razón de más para deducir que fui abordada por ella…” (124)
    . respecto al género literario de la novela también existe la posibilidad de interpretarla o bien como novela de terror o bien como una parodia grotesca de la enseñanza y aprendizaje del inglés en una España que tradicionalmente se ha caracterizado por su bajo nivel en idiomas extranjeros.
    . el papel del lector como jurado que a partir de los indicios de la narración debe decidir o al menos ser capaz de emitir un juicio de valor sobre la veracidad y similitud de lo narrado pero sobre todo sobre la verdad de lo que cuenta Laura Prats su narradora.
    CONCLUSIONES
    -Uno de los grandes logros de la novela reside en el carácter abierto de la narración de cuyas afirmaciones tiene que decidir finalmente el lector activo y jurado de la veracidad del testimonio de Laura sobre sus propias aserciones.
    -Otro aspecto positivo, y que muestra la originalidad de la novela, es que la escritora ha construido una narración ágil, divertida, con humor y ciertas dosis de suspense y de terror en torno a un tema, en principio nada apto para novelar como es un curso intensivo o de inmersión lingüística de inglés en un mes de agosto en Inglaterra.
    -Más allá del contexto lingüístico y social propio de esta novela que es por un lado las carencias tradicionales de los españoles en inglés y por otro, las carencias metodológicas por parte del profesorado y de las instituciones escolares, la problemática central de la novela o su núcleo temático, revelador también de su originalidad, se mueve a otro nivel menos perceptible pero consustancial con la enseñanza y aprendizaje de un idioma, la cuestión de los sentimientos, o si se prefiere todo lo relacionado con la afectividad en las clases de idiomas, o en las clases en general, lo que hoy pertenecería al campo de la inteligencia emocional y que finalmente decide del éxito del aprendizaje tanto o más que la inteligencia o el susodicho“oído”: solamente se puede aprender el inglés u otro idioma, u otra materia en un clima relajado, de respeto mutuo por parte del profesor y el alumno, de tareas que sean gratificantes y significativas especialmente para el alumno. A contrario, es imposible aprender un idioma si uno no percibe estímulos de progreso, consecución de metas intermedias, logros en las diferentes competencias lingüísticas en el dominio del inglés en este caso.
    Por ello la novela se convierte, con la figura simbólica de la muerte de la profesora, en una gran metáfora, paródica y grotesca, de los malos profesores que dejando de lado su metodología más o menos avanzada – desde el tradicional pero equívoco “la letra con sangre entra” hasta las metodologías innovadoras promovidas por el Consejo de Europa como es el llamado aprendizaje accional –, infringen a los alumnos todo tipo de actitudes vejatorias, de burla, de humillación o de crítica constante que poco muestra los logros o los éxitos intermedios en el dominio de la lengua y que finalmente es un clima desalentador o desmotivador a la hora de afrontar cualquier reto lingüístico.
    Y en menor medida también, la novela es una parodia de los alumnos que arrastran a lo largo de los años una gran obsesión, frustración y muy baja autoestima en sus capacidades a la hora de dominar el inglés u otro idioma.
    Zamora, a 1 de marzo de 2016

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