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Verano. Club ÉBANO: “Algún amor que no mate” de Dulce Chacón

Después del verano, en la próxima sesión del club, comentaremos el libro de Dulce Chacón, Algún amor que no mate.

Dulce ChacónHace muchos años que no hago el amor. No es una queja. Vivo muy bien así. Sin la obligada costumbre. Mi marido y yo nos echábamos juntos las siestas. Él era muy cumplidor, y cumplía. Pero cuando murió su padre decidió ir a comer todos los días a casa de su madre. La viudez le afectó mucho a mi suegra, por eso su hijo decidió sacrificar nuestras siestas, en aras del amor materno.

(Inicio de Algún amor que no mate)

Dulce Chacón (1954 – 2003) nació en Zafra (Badajoz) hija del poeta y ex alcalde Antonio Chacón, se inició en la literatura en 1992 con el libro de poemas Querrán ponerle nombre. Le siguieron otros dos, Las palabras de piedra (1993) y Contra el desprestigio de la altura (1995), por el que recibió el Premio Ciudad de Irún. El año siguiente debutó en la narrativa con Algún amor que no mate, de la que en 2002 hizo una adaptación teatral. Esta novela forma parte de una trilogía sobre la incomunicación en la pareja, integrada por Blanca vuela mañana (1997) y Cielos de barro (2000), con la que ganó el Azorín.

Con La voz dormida (2002), su última novela, conquistó a los lectores. Es una historia conmovedora sobre mujeres y también hombres que perdieron la guerra. Alcanzó rápidamente ocho ediciones. Escribió también una biografía de la torera Cristina Sánchez, Matadora, y colaboró con la serie de televisión Ellas son así. La escritora se comprometió con las causas más justas. En marzo pasado estuvo en Bagdad con la Plataforma de Mujeres contra la Guerra; colaboró en el libro La voz y la palabra, contra la invasión de Irak, y perteneció a Mujeres contra la Violencia de Género.

Algún amor que no mate: en palabras de su autora: es un viaje interior en el que su protagonista se encontrará con el amor y la incomprensión, la pasión y la infidelidad, la soledad, el llanto, la risa y la muerte. Una obra que va contra las parejas convencionales y contra las personas que se destruyen a sí mismas pensando que con eso van a recibir algo del otro.

Enamorada y maltratada, Prudencia ha llegado a una situación de desamparo absoluto. Privada de su identidad, convertida en un ser construido por otros, afronta por fin que se ha engañado a sí misma, renunciando a todo por mantener a  flote un matrimonio infeliz, cargado de soledades, tristezas y frustraciones. Ante la inminencia del desenlace, y después de recorrer todas las sombras de su pasado, decide emprender la huida hacia un futuro incierto.