El pasado día 8 de febrero nos reunimos para hablar de ”Diario de un cazador” de Miguel DELIBES. Conocimos y dimos la bienvenida a Manuel, un nuevo compañero de lecturas que esperamos esté mucho tiempo con nosotros. Como cada lunes, comenzamos con la ronda de impresiones generales, para seguir después con nuestros comentarios sobre la obra y se puede decir que con cierta reticencia por el tema central tratado, el de la caza, que a muchos no les ha gustado, todos estamos de acuerdo en que el autor escribe maravillosamente bien, y pasando por alto el gran número de tecnicismos sobre la caza, el libro nos ha gustado a todos.
Hemos descubierto al protagonista, Lorenzo, un joven bedel cuyo diario nos cuenta el transcurso de su vida cotidiana, con sus dos grandes pasiones: la caza y su novia Anita. Toda su vida gira entorno a la caza: no perdona un día de caza aunque sepa que Anita le vaya a poner jeta; tiene pesadillas recurrentes sobre pájaros que intenta cazar y se le escapan; anda falto de dinero pero para armas para cazar si tiene; etc.
En cuanto a su gran amor, Anita, esta le tiene “tolondro”. Se quiere casar, pero ella, aconsejada por sus amigas, “las mimis”, piensa que es demasiado joven aún. Sobre “las mimis” opina que en su pueblo a las tipas de esa escuela las llaman pendones. Tienen una serie de riñas y reconciliaciones, siempre teniendo que conciliar la vida de cazador con su vida de pareja. El intenta amarrar a su novia y ella se resiste hasta que entiende que Lorenzo va a perder a su madre, ya muy enferma, y no va a tener quien le cuide y le haga la comida.
Nos ha fascinado la descripción tan rica y profunda que hace Delibes de los personajes, de su evolución, de sus sentimientos más profundos, sus ilusiones, las relaciones entre ellos, etc. Nos relata muchas anécdotas e historias de la vida cotidiana que nos permite hacernos una idea muy clara de como era la postguerra, de las relaciones de familia, las amistades, la vida de pareja, los vecinos, el instituto, etc. Vemos las necesidades por las que pasa la hermana del protagonista para sacar a su familia adelante, como los diferentes personajes se enfrentan a la pérdida de un hijo, el entierro de un bebe no nato, como Lorenzo encara la futura pérdida de su madre, etc.
MIS LIBROS:
- “La ciudad de los prodigios” de Eduardo MENDOZA.
- “El curioso incidente del perro a medianoche” de Mark HADDON.
PROPUESTAS:
- Libros sobre viajes como el “Corazón de Ulises” de Javier REVERTE.
- El ciclo sobre Woody Allen que dan en Caja España.
POEMA O FRASE DE CIERRE:
Nuestra nueva compañera Pilar nos ha leído un poema de Rudyard KIPLING titulado “el éxito comienza con la voluntad“, colgado en el blog como una entrada separada.
Con este esbozo nos despedimos hasta la próxima sesión que tendrá lugar el día 22 de febrero a la hora de siempre. Un saludo a tod@s.
2 comentarios
Segundo
21 febrero, 2010, a las 23:42 pm (UTC 2) Enlace a este comentario
POR EL PLACER DE LA LECTURA :
La SGAE (Sociedad General de Autores)
ataca de nuevo.
Escrito y firmado por José Luis
Sampedro, escritor.
POR LA LECTURA
Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un
Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de
jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque
no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido,
atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él
solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.
Sus ‘clientes’ éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes
sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro
a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl
May.
Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo
madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho
cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un
rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.
Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les
servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban
allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando
regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el
final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que
estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían
algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.
Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos:
algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una
simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera
otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran
hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que
mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los
propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una
empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados,
paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y
luchas con la administración intentando convencer a burócratas y
médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el
conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a
la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus
usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas
actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de
cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en
reconocimiento a su labor en favor del libro.
Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón
bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de
pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por
cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a
los autores del desgaste del préstamo.
Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga
una suma es porque:
a) obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.
Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada
la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por
cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y
fomentar la lectura?
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la
operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos
por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad
el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?
Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere
autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa
mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente
deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.
Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de
autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida
en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.
¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!
José Luis Sampedro
Si estas de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.
DOS personas diferentes me han enviado este mensaje, aunque ya lo había leído en la prensa.
No suelo pasar mensajes del tipo PÄSALO, pero en este caso creo que merece la pena.
No tiene que ver con DIARIO DE UN CAZADOR pero sí con la biblioteca que nos brinda la ocasión de poder disfrutarlos.
Angel Casaseca Benéitez
22 febrero, 2010, a las 22:34 pm (UTC 2) Enlace a este comentario
Ya veo como funciona esto. Así, cuando quiere recomendar poetas pues lo hago aquí. Por ejemplo, Kavafis, Pessoa o Jaime Gil de Biedma, según para qué edad.