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Sesión 1. Club ARTEMISA: “Grandes esperanzas” de Charles Dickens

El próximo 28 de octubre (11 h.), el protagonista de nuestra sesión será el libro “Grandes esperanzas” de Charles Dickens.

Charles Dickens: nació en Portsmouth en 1812, segundo de los ocho hijos de un funcionario de la Marina. A los doce años, encarcelado el padre por deudas, tuvo que ponerse a trabajar en una fábrica de betún. Su educación fue irregular: aprendió por su cuenta taquigrafía, trabajó en el bufete de un abogado y finalmente fue corresponsal parlamentario de The Morning Chronicle. Sus artículos, luego recogidos en Bosquejos de Boz (1836-1837), tuvieron un gran éxito y, con la aparición en esos mismos años de Papeles póstumos del club Pickwick, Dickens se convirtió en un auténtico fenómeno editorial. Novelas como Oliver Twist (1837), Nicholas Nickleby (1838-1839) o Barnaby Rudge (1841) alcanzaron una enorme popularidad, así como algunas crónicas de viajes, como Estampas de Italia (1846). Con Dombey e hijo (1846-1848) inicia su época de madurez novelística, de la que son buenos ejemplos David Copperfield (1849-1850, su primera novela en primera persona –y su favorita–, en la que elaboró algunos episodios autobiográficos, Casa desolada (1852-1853), La pequeña Dorrit (1855-1857), Historia de dos ciudades (1859) y Grandes esperanzas (1860-1861). En 1850 fundó su propia revista, All the Year Round, en la que publicó por entregas novelas suyas y de otros escritores, y la serie de La señora Lirriper (1863-1864), escrita en colaboración con otros autores, igual que Una casa en alquiler (1858). Dickens murió en Londres en 1870.

Grandes esperanzas: está considerada una novela de aprendizaje y en cierta medida autobiográfica de su autor. Se publicó originalmente por entregas, como buena parte de la obra del gran clásico inglés. Los dos primeros capítulos aparecieron en el semanario All the Year Round en diciembre de 1860 y los dos últimos en agosto de 1861, año en el que la obra también sería editada en tres volúmenes.

Cuenta la historia de un pequeño huérfano, Pip, desde su modestísimo origen e infancia hasta su formación como caballero y su inserción en la buena sociedad victorina, puede decirse que las vicisitudes vividas a lo largo de los veintiocho años abarcados por la narración (1812-1840) –de niño a maduro caballero- han encandilado durante generaciones a lectores de todo el mundo. Autores tan dispares como Roald Dahl o Carlos Ruiz Zafón han citado el libro en sus narraciones, e incluso, como mayor prueba de su vigencia, la conocida serie animada South Park hace de uno de sus personajes un trasunto del  protagonista de la narración dickensiana.

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Esperamos vuestros comentarios.

2 comentarios

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  1. Concha

    Aunque me ha sido imposible terminarlo confieso que me ha interesado la lectura de Grandes Esperanzas y me hubiera gustado terminarlo, sobre todo, porque he recordado historias parecidas que leí años atrás y que creí ya no me afectarían como entonces, sin embargo la sensibilidad permanece a flor de piel y me impresiona aquella época de dureza, de ausencia absoluta de compasión hacia la persona, ya fuera la madre, el hijo, el hermano. Pareciera que el hombre fuera adiestrado para hacer sufrir, para humillar y masacrar a sus congéneres. Una lectura que invita a reflexionar sobre el comportamiento humano y sobre ese gen de maldad que todos llevamos dentro y que gracias a nuestra socialización podemos dominar. Pese a todo, cabe destacar la fortaleza del protagonista y su impecable formación intelectual, debida sobre todo a su sensibilidad natural.

  2. Mar

    Muchas gracias Concha por tu comentario

  1. Club de Lectura Zamora

    [...] Esperamos vuestros comentarios. [...]

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