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Sesión 7. Club ARTEMISA: “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad

En la próxima sesión que tendrá lugar el 23 de febrero (11 h.), analizaremos la novela de Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas

JosephConrad1Teodor Józef Konrad Nalecz Korzeniowski (Berdiczew – Polonia, actual Ucrania, 1857 – Bishopsbourne – Reino Unido, 1924). Novelista británico de origen polaco considerado uno de los más grandes escritores modernos y cuya obra explora la vulnerabilidad y la inestabilidad moral del ser humano. Está considerado como uno de los grandes novelistas en lengua inglesa, a pesar de que no habló esta lengua de manera fluida hasta después de cumplir los veinte años (y aún así, siempre con marcado acento polaco).

Hijo de un noble polaco. A los dieciséis abandonó Polonia rumbo a Marsella, donde inició su andadura como marino mercante que lo llevaría en una primera etapa a comerciar con armas para las tropas carlistas españolas y a un intento de suicidio. Ante la imposibilidad de llegar a oficial en la marina francesa y huyendo del peligro de ser reclutado por el ejército zarista (era súbdito ruso de la Polonia ocupada), se trasladó a Londres en 1878, sin saber inglés. Dos años después aprobó el examen que lo convirtió en segundo oficial de la marina mercante y, seis años más tarde, el que le proporcionaría el grado de capitán, casi al tiempo que pasó a ser súbdito británico. Navegó durante toda la década siguiente, particularmente por los mares del sur, el archipiélago malayo, África y el río Congo, experiencias que se reflejarían en su obra posterior. Conrad no comenzó a escribir hasta 1889, en que dio inicio a La locura de Almayer (1895), que no terminaría hasta cinco años más tarde, durante los cuales aún continuó navegando, actividad que abandonó definitivamente en 1894. El éxito, no obstante, tardó en llegarle; fue con Chance (1912). Desde el principio sus libros fueron bien recibidos por la crítica. Aunque la mayor parte de sus narraciones tienen como telón de fondo la vida en el mar y los viajes a puertos extranjeros, la suya no es una literatura de viajes en sentido estricto. Éstos constituyen, para Conrad, el ámbito en el que se desarrolla la lucha de los individuos entre el bien y el mal, el escenario en el que se proyectan sus obsesiones y, en particular, su soledad, el desarraigo (su condición de polaco oprimido primero y luego exiliado debió dejar una fuerte impronta en su carácter). Escribió en total trece novelas, dos libros de memorias y una buena cantidad de relatos. Entre las primeras destacan Lord Jim (1900), indagación en torno al problema del honor de un marino que sufre por su cobardía juvenil en un naufragio; Nostromo (1904), a menudo considerada su mejor creación; El agente secreto (1907), a propósito del mundo anarquista inglés; Bajo la mirada de Occidente (1911), situada en la Rusia zarista; Victoria (1915) con los mares del sur como escenario y La línea de sombra (1917), narración abiertamente autobiográfica acerca de su primera singladura como capitán a bordo del Otago. Entre sus relatos largos o novelas breves es preciso mencionar El corazón de las tinieblas, publicado en forma de libro en 1902, que constituye, a partir de su recorrido por el río Congo, una verdadera bajada a los oscuros infiernos de la mente humana y su corruptibilidad. Casi siempre se mantuvo al margen de la vida literaria inglesa. Con posterioridad su obra se ha ido valoranda cada vez más y ha ejercido un fuerte influjo en la literatura, tanto inglesa como internacional.

El corazón de las tinieblas es un descenso a los infiernos del colonialismo. Una de las novelas más estremecedoras de todos los tiempos, además de una de las obras maestras del siglo XIX. El libro cuenta el viaje que el protagonista, Marlow, hace por el río Congo en busca de Kurtz, un agente comercial que al parecer se ha vuelto loco, ya que cruza la débil línea de sombra que separa el bien del mal y se entrega con placer a las más terribles atrocidades. Puede leerse como un texto casi profético de los horrores del siglo XX. El río Congo, el infierno, la negra inmensidad de la maldad, de la locura… Y el trato inhumano de los colonos “civilizados” a los “salvajes”.

El estilo de Conrad es siempre difícil de seguir, por su densidad. Pero este quizás sea uno de los libros más accesibles. Además de contener imágenes realmente alucinatorias (la cañonera disparando contra la selva, el río que se arrastra como una serpiente, los negros nativos amontonados muriendo de enfermedades y malnutrición); fue la primera y enérgica denuncia contra lo que estaba sucediendo en el Congo Belga, donde se había instalado el verdadero Corazón de los Horrores. El libro es magistral a la hora de plasmar el ambiente de mezquina intriga entre los “peregrinos” (genial metáfora), la degradación moral de Kurtz, el desgarro de su último confesor cuando miente a su lejana amada. Conrad, cuando habla del Congo, ese Congo ocupado por los belgas, traspasa todas esas emociones que tuvieron que asaltarle en su recorrido por uno de los peores escenarios imperialistas, a finales del siglo XIX.

El corazón de las tinieblas fue adaptado al cine por Francis Ford Coppola, sustituyendo el Congo Belga por Vietnam y al Sr.Kurtz por un alienado militar americano interpretado por Marlon Brando, en la famosa Apocalypse Now.