En la próxima sesión del club, que será el lunes 5 de diciembre a las 11 h., comentaremos el libro de Ian McEwan, La ley del menor.
Londres. Una semana después de iniciado el Trinity Term. Clima implacable de junio. Fiona Maye, magistrada del Tribunal superior de Justicia, tumbada de espaldas una noche de domingo en un diván de su domicilio, miraba por encima de sus pies, enfundados en unas medias…
(Inicio de La ley del menor)
Ian McEwan (Aldershot, Reino Unido, 1948) es uno de los miembros más destacados de su brillante generación. Autor de libros de relatos como, Primer amor, últimos ritos (Premio Somerset Maugham) y Entre las sábanas, así como de las novelas El placer del viajero, Niños en el tiempo (Premio Whitbread y Premio Fémina), En las nubes, El inocente, Los perros negros, Amor perdurable, Amsterdam (Premio Booker), Expiación (que ha obtenido, entre otros premios, el WH Smith Literary Award, el People’s Booker y el Commonwealth Eurasia), Sábado, Chesil Beach, Solar y Operación Dulce.
La ley del menor habla del lugar donde justicia y fe se encuentran y se repelen; de las decidiones y sus consecuencias sobre nosotros y los demás; de la búsqueda de sentido, de asideros, y de lo que sucede cuanto éstos se nos escapan de las manos.
Más información:
- Sitio web del autor
- Novela y autor en Anagrama
- El provocador jubilado (crítica literaria de la novela en El País)
- Crítica literaria en el blog Tiempo de silencio
- Crítica literaria en El Cultural
- Critica literaria en el blog La Tormenta en un vaso
- Entrevista al autor en El Mundo
1 comentario
Julia
4 diciembre, 2016, a las 20:59 pm (UTC 2) Enlace a este comentario
Nos relata el caso de Adan necesita una transfusión de sangre padece Leucemia es menos y además Testigo de Johová. Fiona Mayo, es magistrada del Tribunal Supremo . Pervalecian en las leyes las necesidades de los niños sobre la de los padres. Demasiados detalles administrativos,hacen que sea un poco lento. Parece que el sentido común es lo que más falta. Además el matrimonio de Fiora está en crisis, percibo que Ian Mcwan, sabe el interior humano cuando dice: la cruda conciencia de la presencia radiactiva del otro a través de la pared,
Otra frase, la afrenta especial que los años reservaban algunas mujeres cuando la comisura de su boca iniciaban el descenso hacia una expresión de reproche constante.